domingo, 18 de agosto de 2019

Subida al pico Clarabides -3019- (15 de Agosto de 2019)

Me levanto en el refugio de Viadós después de, el día anterior, haber hecho la subida al Bachimala desde Plan. Hoy será una día duro, así que a las 7 ya estoy desayunando en el refugio y antes de las 8 estoy caminado con la mochila a cuestas dirección al valle de Estós. La idea es dejar de nuevo la mochila en el refugio y ascender el Pico Clarabides, el cual me ha recomendado un hombre que estaba en el refugio de Viadós

Para llegar a Estós, hay que pasar el collado de Chistau, que fácil no es, y menos con la mochila a cuestas (de hecho, para algunas personas
, ir de Viadós a Estós es una etapa del GR11). Al principio, el camino remonta el valle por su parte izquierda poco a poco, pero llega un momento en que cruzamos un río por un bonito puente de madera y, ya por la parte derecha del valle, comienzan los últimos kilómetros, que tienen una buena pendiente. Afortunadamente, voy entretenido por haberme encontrado a un portugués muy majo que hace que uno se olvide en parte del cansancio, así que al final acabamos coronando el collado, que pasa a algo menos de 2600 metros de altitud.

Una vez arriba, mi compañero sigue para adelante y yo hago lo propio pero después de haberme tomado 5 minutos de descanso. La bajada es larga y, especialmente en su primera parte, el sendero es bastante empinado, pero después de un par de horas alcanzo el refugio de Estós. Una vez aquí, ya constato que el refugio está lleno, así que será imposible quedarme a dormir... aunque eso será un problema para más adelante. De momento, dejo la mochila en una taquilla, compro una lata y me dan algo de pan, y ya con lo mínimo encaro la senda que se dirige al pico Clarabides.

Son las 11.30 de la mañana, llevo unos 11 kilómetros y aún me queda casi todo. Estós está a unos 1900 metros y el Clarabides es un 3000, así que habrá que tener paciencia. Poco a poco, y siguiendo los hitos que salen de detrás del refugio, voy remontando en fuerte pendiente el barranco que lleva al paso de Gías. Al principio, tengo un riachuelo cerca, pero llegará un momento en que deje el riachuelo a mi derecha y siga subiendo, hasta alcanzar el bonito Ibon de Gías.
Aún quedan unos 500 metros de desnivel, y en el Ibón comienza una zona de grandes piedras graníticas que lleva un rato atravesar. Pero ya se va viendo el collado de Gías, y después de pasar la zona de grandes piedras, se llega a una fuerte pendiente de tartera hasta que finalmente alcanzo el Collado de Gías. 
Él puerto de Gías es una brecha que permite el paso hacía Francia. Las vistas desde él son impresionantes, pues se ve toda la parte Francesa cubierta de niebla y apenas asoma el glaciar del Portillon y el lago del mismo nombre.
Yo no voy a bajar a Francia, así que lo que tengo que hacer es girar hacia la izquierda para dirigirme, por la cresta, hacia el pico Clarabides, y en menos de 15 minutos estoy en la cima.

Arriba únicamente hay 4 personas, las cuales van juntas y me dan la bienvenida. Charlamos un poco, además de pedirme que les haga una foto. A la noche me enteraré de que dos de ellos son Mamen Mendizabal y Jose Antonio Ponsetí... que casualidad!. 

Yo decido hacer en un momento la aguja del Clarabides que queda al lado (muy curiosa por su color marrón, a diferencia del pico principal), y una vez allí me tomo un merecido descanso y como algo, disfrutando del paisaje y la soledad. Las vistas son sensacionales, pues como he dicho anteriormente, Francia está cubierta por un mar de nubes y en la parte española, a pesar de haber alguna nube, hay muy buena visibilidad. 

No tengo tanto tiempo como me gustaría (si no, igual habría hecho también el Gías), así que voy para abajo hasta el Ibon, donde no puedo resistirme a tomarme un pequeño descanso. Después sigo la bajada y para las 17.30 ya estoy en el refugio de Estós. Cojo la mochila y afronto los últimos 10 kilómetros que hay hasta puente de San Jaime, donde quiero alojarme en el Camping Aneto. La pista se me acaba haciendo bastante pesada y acabo tirando de chocolate para evitar el bajón, pero finalmente llego al Camping y puedo quedarme en el albergue. Me saldrán casi 32 kilómetros y unos 2000 metros de desnivel positivo, parte de ellos con la mochila a cuestas.

Pero el Clarabides me ha encantado. Es un 3000 que tiene unas vistas magníficas y no presenta una dificultad especial. Recomendable 100%

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